La semana pasada no pudimos hacer ningún ejercicio en clase porque tuvimos que hacerla online y nos dio el lío para conseguir estar todos conectados correctamente en la llamada. Por suerte, esta semana hicimos dos, ya que fuimos muy rápido en la parte teórica y la lectura de los ejercicios de casa (entre otras cosas porque faltó una compañera y yo no había podido hacer mi ejercicio).
El camino
Un día sentí la necesidad de lanzarme al camino dejándolo todo atrás. Era joven y veía un mundo brillante, lleno de oportunidades, a mis pies. Desde entonces han pasado muchos años y tanto este mundo como yo nos encaminamos solos al ocaso de nuestros días.
El primer ejercicio era a partir de dos cartas del juego Dixit escribir un relato que las relacionara. Yo iba a escribir otra cosa, como tres párrafos tachados en mi libreta demuestran, pero al final quedó un microrrelato (sin mucho sentido como casi todos los que escribo pero que creo capta bien las dos cartas)
Vértigo
Estaba allí de pie, como tantas veces. Y como cada una de ellas sentía vértigo. No podía evitar salivar como un perro ante ese enorme y redondo pastel de chocolate. Mi mente quería salir corriendo pero mi instinto animal me exigía devorarlo.
Ya varía mañana que cuento le diría a la doctora Azul, cuando me interrogase bajo la luz amarillenta de su consulta, para justificar que de nuevo me había saltado la dieta.
El segundo ejercicio era el ya conocido ejercicio de las palabras aleatorias que nos va diciendo la profesora mientras escribimos. La verdad es que con la primera palabra quería haber tirado a algo de terror pero el resto de palabras me llevaron por un sitio completamente distinto. Las palabras que debíamos usar aparecen marcadas en rojo en el relato.