Se me han acumulado las tareas de clase porque no me da la vida. Y como son todos microrrelatos pues he decidido meterlos juntos en una sola entrada.
Una vez pasadas las Hispania Wargames, espero volver no solo a una entrada por actividad si no a escribir más cosas independientes del taller (que tengo un relato largo que estoy deseando continuar).
Semana 19: Prisionero (22/1/2025)
En esta actividad teníamos que escribir un relato usando cuatro cartas aleatorias que nos dio la profesora: una emoción, un personaje, una localización y un lugar. Os diré tras el relato cuales eran las cuatro opciones por mantener algo de misterio.
Vlad recuperó la conciencia dentro de una celda. ¿Cómo era posible que hubiese perdido el conocimiento de esa manera? se preguntó. Si incluso cuando descansaba no dejaba de sentir su entorno.
Vio que la prisión tenía una enorme ventana acristalada. Algo parecido a un escalofrío le recorrió la espalda por primera vez en siglos. ¿Y si hubiera amanecido mientras estaba inconsciente?
Se acercó a la ventana y comprobó que solo había una niebla púrpura fuera de su lugar de encierro. Desde luego no parecía Rumanía ni probablemente ningún otro lugar de la Tierra.
Se dirigió entonces a la puerta de metal que sellaba el otro lado de la estancia. La golpeó con sus puños y la puerta crujió. A sus labios asomó una sonrisa que dejó ver sus dos afilados colmillos.
Ni una cárcel en otra dimensión detendría al Conde Drácula.
La emoción era nervioso. El personaje que me tocó un vampiro. El lugar general «otra dimensión» y la localización específica una cárcel.
Semana 20: Combátelo con fuego (29/1/2025)
A partir de unas palabras escritas por un compañero debíamos sacar un relato. En este caso a mi me tocaron las palabras: fuego, cosa, tierra, moho y foto.
Aquella especie de moho comentó a extenderse desde el subsuelo. La primera vez que lo vi fue en una foto en Instagram. Aquella cosa rosa fluorescente no parecía ser real. Pensé en una imagen generada por IA.
Los científicos la estudiaron con mucho interés, llegando a la conclusión de que no era de la Tierra. Que debió llegar hace siglos y permanecer bajo tierra, inactiva, durante siglos. Los recientes terremotos lo sacaron de su hibernación.
Aunque el moho florecido podía combatirse eficazmente con fuego, sus esporas son extremadamente ligeras y resistentes. Esto ha hecho que ahora esté extendido por todo el planeta. Los bomberos han adquirido una nueva función y es la de quemar de forma controlada cualquier brote que aparezca.
Semana 21: Carne en el escaparate (5/2/2025)
Y en la clase de la primera semana de febrero nos tocó escribir un relato con palabras aleatorias (escritura automática). Cuando dijo la primera palabra, sorteo, tuve claro que quería contar algo malo/siniestro.
Al final creo que no quedó mal teniendo en cuenta que debemos estar escribiendo sin parar y metiendo entre medias cada palabra que suelta la profesora de vez en cuando. Os marco en cursiva y negrita las palabras dentro del relato.
Vaya, que buena suerte la mía. Por una vez que gano un sorteo me toca salir a comprobar un sensor que ha saltado. Los que tienen el «honor» de salir a comprobar esas alertas en noches de tormenta tienen un nombre: comida.
Y es que en noche como estas los peligros crecen como la espuma. La cosa es que a pesar de la lluvia torrencial que está cayendo el ambiente está tibio.
Sujeto mi rifle con fuerza como si se tratara de una coraza protectora. Aunque sé que contra lo que acecha en la oscuridad cualquiera de nuestras defensas es como si fuera papel.
Mientras avanzo hacia donde ha saltado el aviso no puedo evitar sentirme como un trozo de carne en el escaparate. Si vuelvo con vida prometo no volver a verbalizar lo mucho que odio la rutina.