Hoy teníamos que escribir en clase a partir de una imagen. Ha estado muy guay porque cada uno de los alumnos la hemos interpretado de manera diferente y llevado a nuestro terreno. En mi caso como día antes de Halloween quise que fuera de temática oscura.

La investigación les había llevado hasta allí tras más de un mes de desapariciones por todo el estado. Al entrar en la mansión habían abatido al hombre, que vestido con un elegante esmoquin, les había recibido escopeta en mano.
El agente Johnson estaba herido pero estable. El comisario Smith y la inspectora Sullivan subieron a la primera planta. Smith no pudo reprimir un escalofrío cuando entraron en la habitación diáfana que ocupaba la parte superior del casoplón.
Sullivan mantuvo el autocontrol y Smith vio como se adentraba en la estancia con un pañuelo en la boca. El hedor era insoportable. Pasó por entre las jaulas de tamaño humano que colgaban por toda la sala. Cada una de ellas contenía un cuerpo humano en diferentes grados de descomposición. Los diecisiete secuestrados supuso Smith.
Habían llegado tarde y nunca sabrían el motivo de semejante crueldad. Estaba sacando su teléfono para informa a la comisaría cuando Sullivan gritó:
— ¡Una está viva!