La sangre cubría de los pies a la cabeza a Lisa. Cuando empezó la semana yendo como siempre en el metro a su trabajo en hospital no esperaba que el domingo fuese a empezar así.

De lunes a viernes todo fue rutina: trabajo, gimnasio, cocinar y dormir. El sábado caminó cerca de una antigua iglesia abandonada de donde vio salir un humo negro que la envolvió durante un instante y se disipó. Ya por la noche de ese mismo día quedó con unas amigas y se fueron de cena y fiesta.

Conocieron a un grupo de guiris. Bailaron y bebieron mucho y algunas de sus amigas incluso se liaron con algunos de ellos.

Entrada la madrugada del sábado al domingo, ella le ofreció a uno de los chavales ir a los servicios. Era el que más guapo le había parecido y ya se había liado con una de sus amigas pero no le importó ni a Lisa ni a él.

Una vez en uno de los cubículos del servicio de chicos, él trataba de desabrocharse la correa tremendamente borracho. Ella sacó un afilado bisturí de su bolso y le rajó la garganta. Para a continuación cortar el pene erecto que el chico había logrado finalmente sacar del pantalón antes del ataque.

Ella solo había sido una espectadora de su día desde que el humo la envolvió. Otro ser había llevado los controles desde ese momento. Y una vez ejecutada aquella muerte abandonó el cuerpo de Lisa, que una vez liberada y cubierta de sangre de la cabeza a los pies solo pudo gritar.

por McAllus

Soy Isaías, conocido en redes como McAllus. Jugador de rol, wargames, juegos de mesa y videojuegos. Adoro leer y escribir.