Miguel despierta envuelto en sudor; el ambiente, pesado, hace que cada respiración sea un esfuerzo, y las paredes parecen cerrarse sobre él.

Llegar hasta la ventana abierta es una agonía, y como recompensa solo recibe el asfixiante calor del terral.

Un escalofrío le recorre la espalda al sentir una presencia a su lado: el hombre que conoció anoche.

Su mente, aún espesa, no logra recordar el nombre de su acompañante.

Sacude la cabeza y se gira para mirar al amante que yace en su cama, su rostro oculto en sombras.

No puede evitar acercarse y acariciar el cuchillo ensangrentado que aún está clavado en el pecho de su amante.

El filo del arma emite un tenue resplandor bajo el toque de su amo. Miguel siente el poder fluir a través de él. Un placer oscuro y ancestral lo recorre mientras el alma atrapada se disuelve en su interior.

por McAllus

Soy Isaías, conocido en redes como McAllus. Jugador de rol, wargames, juegos de mesa y videojuegos. Adoro leer y escribir.