El ejercicio de clase de esta semana consistió en, inspirados por tres cartas de corte surrealista, escribir lo que nos surgiera. En mi caso escribí algo un tanto loco, aunque lo finalicé de forma algo previsible pero bueno, estoy contento porque lo escribí rapidísimo dejándome llevar a tope y sin pensar nada con antelación. Al final del relato os dejo las cartas que me salieron a mí.
Jimmy se encontraba haciendo scroll de vídeos en TikTok. Eran como las tres de la mañana, hacía horas que debería estar durmiendo. Estaba escuchando por tercera vez un chiste que contaba un cubano de acento muy cerrado cuando la ventana de su dormitorio se abrió de par en par.
Se incorporó en la cama y vio a Spider-man colgando por fuera.
—Vamos, Jimmy. Te necesito para salvar el mundo de la invasión de los micromarcianos.
—¿Los qué?
—Te lo explico por…
Spider-man se cayó con su telaraña cortada. Tres platillos volantes del tamaño de platos de sopa entraron disparando rayos que dolían como picotazos de abejas.
El muchacho les lanzó todo lo que tenía al alcance: el móvil, un cubo de rubik, el rollo de papel higiénico… Logró derribar a dos de ellos.
El tercero se lanzó en plan kamikaze contra él al gripo de ¡BANZAI!
Chocó contra su cabeza. Cuando Jimmy abrió los ojos estaba enrollado en las sábanas sudando y con un fuerte dolor de cabeza.
—Se acabaron las cenas tardías de jalapeños y mirar vídeos hasta tarde —dijo antes de vestirse para ir a la universidad. De nuevo iba tarde.
