En la última clase del taller de escritura de Librería Luces nuestra profesora nos dio a cada uno una tarjeta con una combinación de personaje, emoción, espacio y tiempo para que escribiéramos un microrrelato. Pero como se nos hizo tarde en lugar de escribirlo en clase, nos pasamos fotos de las tarjetas por el grupo del curso y nos llevamos siete tareas para el verano. Aquí va una de ellas.
Un nuevo trabajo
Juan bebía de su vieja taza, casi tan ajada como él, un café calentito directo de su termo. Se encontraba bajo su abedul favorito, en la zona norte del camposanto. Nunca estaba tan hermoso como entre abril y mayo. Desde su primer día manteniendo los jardines, hacía más de 40 años, siempre se sentía en paz en ese lugar.
Abrió los ojos tras el último trago y vio a un hombre de mediana edad vestido de traje, mirando hacia un lado. Siguió la mirada y vio su propio cuerpo sentado bajo el árbol.
—No eres como te representan en las obras de arte.
—Desde que se crearon los trajes, decidí cambiar mi estilo.
—¿Y ahora qué viene?
—Normalmente una de mis parcas te habría llevado al otro lado —la muerte se giró y le ofreció su mano—, pero en tu caso me gustaría ofrecerte un trabajo en el más allá.
—¿Me muero y tengo que seguir trabajando?
—Solo si lo deseas. Me gustaría que te encargaras de los Campos Elíseos, tendrías que cuidar de las flores que lo cubren y las almas que allí descansan.
—¿Sabías lo que iba a responder antes de venir?
Juan estrechó la mano que le ofrecía y ambos se desvanecieron.
- Personaje: Un jardinero
- Emoción: Serenidad
- Lugar: Cementerio
- Tiempo: Primavera