Continuamos con las siguientes cien páginas de la lectura de Hija de la venganza, el libro de Michael McDowell recientemente publicado. Os recomiendo que leáis esta primera entrada, toda la primera parte de ese artículo es sin spoilers. En este artículo vamos a entrar en el meollo del tirón así que tras la siguiente línea todo serán destripes.
Tenemos un capítulo más desde el punto de vista de Philo que se reúne con el señor Killip, el abogado de su abuelo, que la cree. Le da algo de dinero y le compra el billete de vuelta a New Egypt. En este punto pensaba que en realidad iba a intentar perseguir a los Slape y no irse a su casa.
Justo después de esto empieza la tercera parte en la que Philo regresa New Egypt y se encuentra con la terrible situación de que su madre ha estado contando lo de la herencia y se la encuentra reunida con los Warley. Por supuesto, cuando ven a Philo todo el pueblo acaba descubriendo la verdad y se hacen a un lado… todos menos Jewel que se regocija de la desgracia de nuestra protagonista. Esta niña está siendo odiosa y no puedo esperar a que Philo consiga un gran triunfo y Jewel se tenga que joder.
Y tras esa desgracia tenemos que presenciar como Katie y John Slape llegan para matar a Philo y su madre, pero se conforman solo con Mary… luego cuando Philo, el doctor y algunas vecinas entren a ver, sabremos como de cruel fue la muerte que le dio Katie. Es increíble como esta niña logra superarse en maldad cada vez que sale, y todavía no hemos visto lo peor.
En la cuarta parte vamos a ver todo lo que hicieron los Slape desde que salieron de la granja Parrock. Entre ellos vemos como se regocijan de la forma en que Katie mató a Mary. Se instalarán en un edificio que alquila habitaciones y allí Katie estrenará su trabajo como adivina. Cada vez me cuesta más no pensar que su don es completamente real, de hecho me sorprendería que McDowell declarase que no tiene poderes de forma directa… aunque tampoco creo confirme que tiene poderes de forma directa, aunque como digo ya creo que podríamos afirmar que los tiene.
Me regocijé un momento cuando John Slape le da todo su dinero menos 1000 dólares al vecino, por desgracia Katie se encarga de delatar lo ocurrido (¿poderes de nuevo?). Y viene el nuevo momento de crueldad de Katie con la compañía de Hannah, que demuestra que son tal para cual. Tras eso se quedan toda la pensión y echan a todos los inquilinos (especialmente cruel la expulsión de la madre con su hija tullida). Y al final de esta parte McDowell nos vuelve a hablar como lectores avisando de que Philo va a acabar de vecinos de ellos.
Y con la quinta parte entramos en la recta final de estas 100 páginas donde Philo será acusada del asesinato de su abuelo y de su madre, un marshall llega a la ciudad y Philo debe escapar. Por suerte, le da tiempo a vender la casa y marcharse con algo de dinero. Acaba en Nueva York donde se ve abrumada por todo lo que ve y conoce a una chica llamada Ella LaFavour, que reconozco que pensé en todo momento que iba a robarle.
LaFavour la ayuda a instalarse y alquila una habitación en la misma pensión. Todas allí son chicas jóvenes y gracias a una de ellas consigue un trabajo en una tienda de un dólar donde en el punto que lo dejamos vemos una actuación un poco turbia entre las jovencitas dependientas y los caballeros compradores… Como llegué a la página 200 en medio del capítulo de la tienda, no me ha quedado claro esos negocios cuales eran (estoy deseando leer el siguiente trozo del capítulo para saber de que va el tema que espero no sea tan turbio como parece).
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