Final Fantasy IX

Hoy en día vivimos en un mundo que busca fomentar el individualismo y el egoísmo entre los miembros de la sociedad incluso dentro de la misma clase. Y es que el bombardeo constante de las redes sociales y los grandes gurús tratan de conseguir que todo el mundo se centre solo en sus objetivos y se olvide del deseo de ayudar a los demás. 

Por eso, el mensaje que transmite Final Fantasy IX creo que es un buen recordatorio de cómo deberíamos ser todas las personas para que el mundo funcionara mejor. Podemos empezar hablando de Yitán y el deseo simplemente de ayudar a los demás porque es lo correcto. Más allá de que pueda sentirse atraído por Garnet, demostrará su buen corazón con Steiner o Amarant, dos personajes que en todo momento lo consideran una mala influencia o un enemigo. 

Y no es solo con Yitán con quien transmite un poderoso mensaje. Tenemos en Garnet el deseo de no dejar de ser quien es pese al deber que recae sobre sus hombros por ser la princesa heredera del reino de Alexandria. O en Quina el deseo simplemente de explorar el mundo y conocer a otros pueblos como forma de enriquecimiento personal, aunque en el caso de Quina sea más bien de enriquecimiento gastronómico.

El tener una gran posición no le da a Garnet la felicidad en Final Fantasy IX El tener una gran posición no le da a Garnet la felicidad en Final Fantasy IX

Y es que la sociedad en la que vivimos actualmente con un capitalismo liberal tan fuerte no nos deja ser quien realmente deseamos ser, teniendo que tragar con trabajos que no nos gustan y/o destruyen nuestra creatividad para poder sobrevivir. Y por otro lado, por mucho que trabajamos no tenemos ocasión de disfrutar del tiempo que merecemos tras tanto esfuerzo. 

Personajes como Eiko o Freija nos traen pensamientos más tristes sobre los que reflexionar y que nos pueden asaltar a todos en menor o mayor medida en algún momento de nuestra vida. Como es la soledad de Eiko que estaba sola sin contacto humano en un pueblo abandonado. Y es que en el mundo enormemente conectado de hoy en día no son pocas las personas que se sienten completamente solas. 

Si con Eiko hablamos de la soledad, a Freija podemos relacionarla directamente con el miedo al olvido. Y tiene una doble interpretación. Por un lado es que al final de nosotros quedará tras nuestro paso por el mundo solo los recuerdos que dejemos en las personas que dejamos atrás. Pero por otro lado, y quizás el más relacionado con la búsqueda de Freija es el miedo a ver cómo las personas que queremos se olvidan de nosotros con terribles enfermedades como el alzehimer.

Quiero cerrar esta introducción, quizás un poco pesimista con el deseo de que salgan más obras que transmitan mensajes tan bien como lo hace el juego que vamos a tratar hoy para ver si, ahora que el videojuego es tan mainstream el mensaje cala en más y más personas que ayuden cuando crezcan a hacer del mundo un lugar mejor como aquí lo intentan Yitán y sus compañeros.

Antes de hablar propiamente del desarrollo del juego que hoy nos ocupa, Final Fantasy IX, no puedo dejar pasar la ocasión de hacer un repaso a los orígenes de Squaresoft y a la carrera de los dos grandes creativos detrás de la novena entrega. 

Logo de Squaresoft Logo de Squaresoft

El origen de Squaresoft 

Vamos a comenzar este retro reportaje hablando de una de las grandes empresas japonesas dentro de la industria del videojuego. Esta compañía es como ya supondréis Squaresoft, y sí vamos a hablar de su época pre Enix porque cuando se creó Final Fantasy IX aún era independiente. A día de hoy sigue destacando especialmente por sus grandes juegos de rol de corte oriental, los llamados jRPG. Sin embargo, la empresa tiene un origen no tan exitoso como subsidiaria de otra compañía mayor. 

Allá por 1983, Masafumi Miyamoto fundó Squaresoft para ser la división de videojuegos de la empresa de energía eléctrica Denyusha, empresa que pertenecía al padre de Miyamoto. La idea de Masafumi era cambiar la forma de desarrollo de aquellos tiempos en la que un videojuego era desarrollado por una sola persona. Miyamoto pensaba que se conseguirían mejores juegos si intervenían en el proyecto personal especializado en cada tarea: programadores, guionistas, diseñadores o compositores. 

Los dos primeros juegos que publicó la compañía fueron para PC-8801, The Death Trap (1984) y Will: The Death Trap II (1985). De ellos se encargaría Hironobu Sakaguhi, de quien hablaremos a fondo un poco más adelante en el reportaje. Sakaguchi era en estos momentos solamente un empleado a tiempo parcial. En 1985 Square lanzaría su primer título para NES, Thexder. 

Personal de Squaresoft cuando aún pertenecían a Denyusha**. **Hironobu Sakaguchi e Hiromichi Tanaka aparecen haciendo el símbolo de la victoria en la parte derecha de la foto Personal de Squaresoft cuando aún pertenecían a Denyusha. Hironobu Sakaguchi e Hiromichi Tanaka aparecen haciendo el símbolo de la victoria en la parte derecha de la foto

En 1986 Squaresoft se separaría de su empresa madre pasando a ser una desarrolladora independiente. En este momento Sakaguchi se incorporaría ya como empleado a tiempo completo. Durante ese año y el siguiente Square publicaría diversos juegos de corte rolero como fue el action RPG Kalin No Tsurugi o los dungeons crawlers Cleopatra No Mahou y Deep Dungeon: Madou Senki. Todos estos títulos aparecieron para los ordenadores de la época.  

Sin embargo, estos lanzamientos no tuvieron demasiado éxito. Además Sakaguchi su gran director no estaba especialmente feliz con sus últimos juegos y decidió escribir el que sería su último juego. Junto a Sakaguchi a la dirección estuvo Nobuo Uematsu como compositor y Yoshitaka Amano en el apartado artístico. 

Como podréis suponer este juego no fue otro que Final Fantasy. El título se concibió originalmente bajo el nombre de Fighting Fantasy, sin embargo problemas relacionados con los derechos de marca y el deseo de Sakaguchi de que fuera su último título le llevarían  a cambiar el nombre del videojuego al de la franquicia que conocemos. El título se lanzó para NES (Famicom) y MSX2 el 18 de diciembre de 1987.

El juego que debería haber sido la despedida de Sakaguchi se convirtió en todo un éxito de venta. La fantasía final del creativo daría lugar a quince entregas principales numeradas, con un décimo sexto en camino, múltiples spin-off, algunas secuelas e incluso un exitoso aunque polémico remake de su séptima entrega. Por supuesto, no todos han sido obras maestras pero en general podemos decir que ha sido una franquicia con más éxitos que fracasos. 

Logo de Final Fantasy Logo de Final Fantasy

Lo cierto es que el juego perfectamente podría haber tenido un éxito menor puesto que antes de su salida la prensa lo tachó de una posible copia de la saga Dragon Quest. En esos momentos la franquicia de Enix estaba a punto de lanzar su tercera entrega pero un retraso inesperado hizo que Final Fantasy se lanzara en solitario. Tanto los usuarios como la prensa vieron las diferencias y virtudes del título y que no era simplemente una copia de Dragon Quest. 

El éxito de Final Fantasy hizo que la compañía pudiera seguir existiendo y que Sakaguchi, la gran estrella de la compañía, recuperase los deseos de querer seguir desarrollando videojuegos. Durante esta época Sakaguchi logró traer a Square creativos de alto nivel como Tetsuya Nomura, el artista que diseñaría a Cloud y a Aeris y cuyo estilo define el presente de Square Enix; a Tetsuya Takahashi, diseñador de Xenoblade Chronicles y a Yasumi Matsuno, creador de magníficos juegos como Ogre Battle, Final Fantasy Tactics y Vagrant Story. 

A Final Fantasy y sus secuelas les seguirían otros videojuegos memorables como Secret of Mana (1993), Chrono Trigger (1995), Secret of Evermore (1995), Parasite Eve (1998), Chrono Cross (1999) o Kingdom Hearts (2002).

El año 2000 se produjo el lanzamiento del juego que hoy nos ocupa, y al que le dedicaremos su propio apartado de historia y análisis más adelante. Este año también fue un punto de inflexión en la compañía puesto que intentaron dar el salto más allá del mundo de los videojuegos creando Square Pictures. El año siguiente, 2001, estrenaron Final Fantasy: La Fuerza Interior dirigida por el mismísimo Sakaguchi. La película de ciencia ficción fue un intento de crear personajes hiperrealistas en 3D. Lo cual supuso una gran inversión económica. 

Final Fantasy: La Fuerza Interior Final Fantasy: La Fuerza Interior

La obra, aunque en aquella época se podría afirmar que visualmente se veía muy bien, lo cierto es que no terminó de convencer al gran público y debe considerarse un fracaso en taquilla puesto que los 85 millones de dólares que recaudó en todo el mundo quedaron muy lejos de los 137 millones que costó realizarla. Esto provocó la quiebra de la recién creada división cinematográfica. 

Esto no supuso sólo la quiebra de Square Pictures sino que estuvo a punto de llevarse por delante también a Squaresoft. Este fue uno de los motivos que acabó provocando la fusión de Squaresoft y Enix, la otra gran compañía japonesa especializada en jRPGs. Fue en abril de 2003 cuando se cerró por completo esta fusión dando lugar al nacimiento de Square Enix. Y dado que oficialmente en ese punto dejó de existir Squaresoft es un buen momento para terminar esta parte de historia.

Hironobu Sakaguchi, el creador de Final Fantasy

No podemos continuar este reportaje sin hablar del creador de la saga. Hironobu Sakaguchi nació el 25 de noviembre de 1962 en Hitachi, prefectura de Ibaraki, Japón. Sakaguchi entró muy pronto en contacto con la recién nacida industria del videojuego cuando pudo probar el clásico Pong. De ahí saltaría a comprar su propio Apple II donde disfrutó de juegos de rol de origen estadounidense como Última o Wizardry. 

Sakaguchi comenzó sus estudios de ingeniería eléctrica en la Universidad Nacional de Yokohama pero los abandonó para entrar a trabajar a tiempo parcial en Square en 1983. Sus primeros juegos para ordenador no tuvieron demasiado éxito a nivel comercial. Tras la separación de Squaresoft de su empresa madre en 1986 Sakaguchi desarrollaría tres títulos para NES ese mismo año y el siguiente: Highway Star, King’s Knight y World Runner. 

Su nuevo puesto sería el de Director de Planeamiento y Desarrollo. Los primeros títulos que dirigió tuvieron escaso éxito y Sakaguchi no estaba especialmente contento con ellos por lo que tomó la decisión de escribir y dirigir el que sería su último juego, Final Fantasy, que se lanzó en diciembre de 1987. El éxito ya conocido del juego hizo que Hironobu Sakaguchi decidiera seguir en la industria del videojuego, por suerte para todos nosotros. 

Hironobu Sakaguchi and Hiromichi Tanaka en 1984 Hironobu Sakaguchi and Hiromichi Tanaka en 1984

Sakaguchi se encargó de la dirección de los Final Fantasy I a V. Tras el lanzamiento, en 1991, de Final Fantasy IV fue ascendido a vicepresidente ejecutivo de Square. Con el desarrollo de Final Fantasy V en 1992, Sakaguchi dejaría la dirección de videojuegos pasando a ser productor de las siguientes entregas de Final Fantasy así como de otros importantes títulos de Square como Parasite Eve o Kingdom Hearts. 

En 1995 el antiguo director se convertiría en el Presidente de la sede norteamericana de Square. Haría por última vez de codirector y productor en Final Fantasy IX, el juego que él considera su favorito de la franquicia. El 5 de abril del año 2000 sería incorporado al Salón de la Fama de la Academy of Interactive Arts and Sciences por su labor como creador de videojuegos. 

Como hemos comentado antes en la historia de la compañía, en el año 2001 se convertiría en director de cine con Final Fantasy: la Fuerza Interior, the Spirits Within en versión original. La película fue un fracaso a nivel de taquilla y provocó enormes pérdidas a Square, teniendo que cerrar la recién creada división Square Pictures. Tras esto Sakaguchi renunció voluntariamente a su puesto dentro de la compañía en 2002. 

Hironobu Sakaguchi Hironobu Sakaguchi

Tras terminar su etapa en Square, Sakaguchi se marchó a Hawai. Allí es donde actualmente continúa viviendo, para dedicarse a su gran gran hobby: surfear. Se cuenta que la idea del magnetismo de The Last Story se le ocurrió mientras esperaba una ola. Cuando finalizó su cláusula de no competitividad con Square Enix, Microsoft llamó a sus puertas. 

Con la inversión del gigante de Redmond, Sakaguchi creó el estudio Mistwalker en 2004. El estudio comenzaría a colaborar el año siguiente con Microsoft Game Studios para crear dos RPGs para Xbox 360. En 2006 se publicaría Blue Dragon en la consola de Microsoft y en 2007 lanzaron también para 360 Last Odyssey. Este mismo año también sacarían ASH: Archaic Sealed Heat para Nintendo DS. En 2011 lanzaron The Last Story para Nintendo Wii. 

Mistwalker ha seguido activo hasta 2021, año en que lanzaron Fantasian en exclusiva para iOS a través del servicio de suscripción Apple Arcade. Algunos rumores apuntaban a que con este juego Sakaguchi se jubilaría pero él mismo confirmó en una reciente entrevista a IGN que están en fase de planificación y cierre de contratos para el desarrollo de dos nuevos juegos.